Este café tradicional italiano que toma su nombre de los monjes (debido al parecido de sus colores con los de los hábitos de los capuchinos) debe prepararse exclusivamente con café recién hecho (una tercera parte) leche muy caliente (otra tercera parte) y leche vaporizada de modo que cree una voluminosa espuma.
Acabado
Servimos el café en las tazas; a continuación la leche y, ayudados por la cuchara, servimos sobre ellas la espuma de leche que preparamos con un batidor de forma que sobresalga por encima del borde. Espolvoreamos con canela, cacao en polvo o incluso unos granos de azúcar moreno o chocolate. Mi preferido es el cacao.También quien no tenga problemas con su colesterol :-) puede ponerle nata o crema de leche en vez de leche normal.
Batidor manual para conseguir la espuma en el capuchino
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