Ay madre, he estado en el dentista y ya sabéis la mayoría lo que eso supone. Y encima te dicen que no puedes comer hasta pasadas no se cuantas horas, la boca anestesiada en fin. Mientras esperaba mi turno , lo que se suele hacer es leer lo que pillas. Había varios periódicos y uno me llamó la atención. Lo leí y no daba crédito. ¿Estamos en un mundo real o virtual? . Unos son anoréxicos y otros quieren entrar en "Guinness."
Cuando volví a casa lo busque por Internet y os dejo con la noticia. A ver que os parece. Mientras me voy a hacer "yoga" a ver si me relajo de tanto estress.
Donna Simpson
• 'Mi objetivo es llegar a los 450 kilos... He nacido para pesar eso'
• 'Mi compañero se pone encima y disfruta jugando con la grasa de mi vientre'
Carlos Fresneda Nueva York
Actualizado lunes 22/03/2010 23:17 horas
• Disminuye el tamaño del texto
• Aumenta el tamaño del texto
Cuando dio a luz pesaba 230 kilos, necesitó tres camillas y tuvo en vilo a un equipo de 19 doctores y enfermeras que le practicaron una cesárea de altísimo riesgo para llegar hasta su hija recién nacida, Jacqueline. Donna Simpson entró en el libro Guinness de los récords como la madre más gorda del mundo, aunque aquello le supo a poco.
Dos años después, y pese a sufrir diabetes y alta presión sanguínea, esta mujer de 42años –natural de Nueva Jersey y diplomada como enfermera- se ha propuesto duplicar su propio peso y convertirse, a mucha honra, en la mujer más obesa del mundo. Su objetivo es llegar a 450 kilos.
"No sé exactamente por qué me he propuesto esa meta, pero creo que es el peso para el que he nacido", asegura Donna, que cuenta con un cómplice de excepción: Philippe, el padre de su hija, a quien conoció en un 'chat' de mujeres gordas en Internet y con quien se casará próximamente.
"Donna es mi fantasía: cuanto más pesa, más sexy es", admitía recientemente Philippe, en declaraciones al Daily Mail. Para más morbo, su musa mórbida asegura que la vida sexual de la pareja mejora con los kilos: "A Phillipe le gusta ponerse encima y jugar con la grasa de mi vientre".
Tan orgullosa está Donna con su propio peso que ha creado una web de pago para exhibir sus carnes y colgar los videos en los que se la puede ver comiendo hasta 70 sushis de una sentada. Doscientos sesenta admiradores le han salido de momento y con sus cuotas contribuyen de algún modo a la causa: 750 dólares es su presupuesto semanal para la comida.
Donna ingiere una media de 12.000 calorías diarias y se relame los labios mientras explica un menú típico: "Cuatro hamburguesas con patatas fritas, una rebanada de pan con manteca de cacahuete y mermelada, cuatro filetes con patatas, una pizza grande, un pastel de chocolate y helado con crema, doce pasteles, dos tartas de queso y muchas latas de refrescos con burbujas".
Donna se recuerda siempre gorda y comiendo. En el colegio se burlaban de ella, y sus padres la pusieron a dieta. Pronto superó sin embargo los 100 kilos y cuando se casó con su primer marido, el chef Robert Simpson, decidió dar rienda suelta a la gula: "Me traía las sobras del restaurante y no podía resistirme".
Asegura la ex enfermera (ahora se queda todo el día en casa) que tiene una salud de hierro y que el peso no le afecta, aunque se mueve cada vez con más dificultad y utiliza un pequeño coche eléctrico para los largos desplazamientos.
Los médicos le han recomendado que renuncie a su proeza o podrá morir en el intento. Otros le recuerdan que la obesidad le pasa una factura anual de 147.000 millones de dólares al sistema sanitario norteamericano, suficiente para pagar en poco más de seis años la controvertida reforma de Obama. ¡Que aproveche!
Breve repaso a su historial de obesidad
1968 Donna Simpson nació en Old Bridge, Nueva Jersey.
1990 Se diploma como enfermera.
1992 Se casa con el 'chef' Robert Simpson, que le incita comer todo lo que quiera. Tienen un hijo, Devin, y se divorcian.
2005 Conoce a su actual compañero, Philippe Gouamba, en un chat 'on line' para mujeres sobradas de peso.
2007 Entra en el libro Guinness de los récords como la madre más gorda del mundo con 230 kilos.
2010 Come 12.000 calorías diarias y se propone llegar a los 450 kilos
• 'Mi compañero se pone encima y disfruta jugando con la grasa de mi vientre'
Carlos Fresneda Nueva York
Actualizado lunes 22/03/2010 23:17 horas
• Disminuye el tamaño del texto
• Aumenta el tamaño del texto
Cuando dio a luz pesaba 230 kilos, necesitó tres camillas y tuvo en vilo a un equipo de 19 doctores y enfermeras que le practicaron una cesárea de altísimo riesgo para llegar hasta su hija recién nacida, Jacqueline. Donna Simpson entró en el libro Guinness de los récords como la madre más gorda del mundo, aunque aquello le supo a poco.
Dos años después, y pese a sufrir diabetes y alta presión sanguínea, esta mujer de 42años –natural de Nueva Jersey y diplomada como enfermera- se ha propuesto duplicar su propio peso y convertirse, a mucha honra, en la mujer más obesa del mundo. Su objetivo es llegar a 450 kilos.
"No sé exactamente por qué me he propuesto esa meta, pero creo que es el peso para el que he nacido", asegura Donna, que cuenta con un cómplice de excepción: Philippe, el padre de su hija, a quien conoció en un 'chat' de mujeres gordas en Internet y con quien se casará próximamente.
"Donna es mi fantasía: cuanto más pesa, más sexy es", admitía recientemente Philippe, en declaraciones al Daily Mail. Para más morbo, su musa mórbida asegura que la vida sexual de la pareja mejora con los kilos: "A Phillipe le gusta ponerse encima y jugar con la grasa de mi vientre".
Tan orgullosa está Donna con su propio peso que ha creado una web de pago para exhibir sus carnes y colgar los videos en los que se la puede ver comiendo hasta 70 sushis de una sentada. Doscientos sesenta admiradores le han salido de momento y con sus cuotas contribuyen de algún modo a la causa: 750 dólares es su presupuesto semanal para la comida.
Donna ingiere una media de 12.000 calorías diarias y se relame los labios mientras explica un menú típico: "Cuatro hamburguesas con patatas fritas, una rebanada de pan con manteca de cacahuete y mermelada, cuatro filetes con patatas, una pizza grande, un pastel de chocolate y helado con crema, doce pasteles, dos tartas de queso y muchas latas de refrescos con burbujas".
Donna se recuerda siempre gorda y comiendo. En el colegio se burlaban de ella, y sus padres la pusieron a dieta. Pronto superó sin embargo los 100 kilos y cuando se casó con su primer marido, el chef Robert Simpson, decidió dar rienda suelta a la gula: "Me traía las sobras del restaurante y no podía resistirme".
Asegura la ex enfermera (ahora se queda todo el día en casa) que tiene una salud de hierro y que el peso no le afecta, aunque se mueve cada vez con más dificultad y utiliza un pequeño coche eléctrico para los largos desplazamientos.
Los médicos le han recomendado que renuncie a su proeza o podrá morir en el intento. Otros le recuerdan que la obesidad le pasa una factura anual de 147.000 millones de dólares al sistema sanitario norteamericano, suficiente para pagar en poco más de seis años la controvertida reforma de Obama. ¡Que aproveche!
Breve repaso a su historial de obesidad
1968 Donna Simpson nació en Old Bridge, Nueva Jersey.
1990 Se diploma como enfermera.
1992 Se casa con el 'chef' Robert Simpson, que le incita comer todo lo que quiera. Tienen un hijo, Devin, y se divorcian.
2005 Conoce a su actual compañero, Philippe Gouamba, en un chat 'on line' para mujeres sobradas de peso.
2007 Entra en el libro Guinness de los récords como la madre más gorda del mundo con 230 kilos.
2010 Come 12.000 calorías diarias y se propone llegar a los 450 kilos
Yo no doy crédito a lo que leo...
ResponderEliminarEh... en realidad lo primero que se me ocurre es la barbaridad de aliemento que ingiere a diario... por ingerir... con tantas boquitas sin nada que tomar...
en fin... cada cual hace con su vida un sayo...
Saludos, esencia.
EStamos en tiempos revueltos. No sabemos que hacer para salirnos de la rutina y monotonía o llamar la atención. Creo que son mentes enfermizas las que se prestan a esto. Esperemos que no levante una ola de imitadores/as, em fin "Virgencita que me quede igual".
ResponderEliminarUn beso
Hola Esencia, a mi me ha pasado lo mismo. Cuando vi el titular creí que era una broma. Pero no es asi. Pesar mcasi media tonelada. Y encima presumir. Un barbaridad. Pero tu bien lo dices. Cada cual es cada cual.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues si María, esto es increíble. Ya no solo por la barbaridad, sino por cuestiones de salud. Y luego lo económicio. Vender sus imagénes como en un gran hermano para costearse la comida. Esto si que es "vivir para comer"
ResponderEliminarBesos
A veces pienso que la humanidad entera ha perdido el juicio, o el norte, o las dos cosas a la vez.
ResponderEliminarIncreíble.
Un beso.
Me parece una insensatez, además viniendo de una profesional de la salud.
ResponderEliminarPienso que está loca o tiene tantas ganas de ser famosa, aun a costa de la salud, que no es capaz de pensar con claridad.
Lo peor de todo es que tenga hijos, que posiblemente se quedarán huérfanos prontito.
Besos
Hola Katy!!Hola María!!Leí la noticia y me pareció terrible. Qué le pasa al ser humano para querer semejante cosa? Es lamentable leer sobre estos desequilibrios emocionales (no sé otra manera de llamarlo).
ResponderEliminarBesossssssss
Hola Elena, eso mismo pienso yo. Media humanidad pasando hambre y la otra forrandose a comer más de la cuenta como esta. Menudo festín a diario.
ResponderEliminarBesos
Pues si Candi, menuda profesional de enfermería. El caso es que además es muy jóven. Se le habrá ido la pinza. Mira que decir que tiene salud de hierro
ResponderEliminarbesos
Hola Gabriela desequilibrio seguro que tiene. Pensar que hace esto para hacerse famosa y sali en el Guinness. Mira que no me gusta juzgar a nadie, pero creo que ha perdido el juicio. Y encima tiene un hijo. ¿Que pensará?
ResponderEliminarBesos
Casi no se puede creer. Yo me pregunto por que no lleva a esta mujer a un buen sicólogo, le hace mucha falta. Hay personas que están sufriendo enfermas y esta buena señora se pone en peligro de enfermar por sus ansias de comida....lo que dije al principio un sicólogo. Abrazos.
ResponderEliminarHola Cordobesa, me pregunto ¿cuantas fuentes de torrijas será capaz de comerse?
ResponderEliminarVolvería loco a psicólogo porque se le metió en la olla el guiness y encima sale en los periódicos y eso la anima.
Un beso