Esta receta la preparé en un día muy especial para mi: iban a venir a mi casa mis tíos y mis padres, tenía que esmerarme y no solo eso… la comida tenía que estar rica y no muy complicada ya que aún no me apaño tan bien en los fogones como las protagonistas de este blog.
Ingredientes (para seis personas)
6 lubinas de ración
600 grs. de calabacines
5 cebolletas
2 decilitros de nata
6 cucharadas de vino blanco
6 cucharadas de aceite de oliva virgen
Sal y pimienta
Preparación
Pediremos al pescadero que nos abra las lubinas, les quite la espina y la cabeza, pero que les deje la piel. Lavamos las lubinas, las escurrimos y secamos bien. Reservamos.
Hervimos en una cazuela el vino blanco junto con las cebolletas que habremos picado en juliana. Dejamos que se reduzca; añadimos la nata salpimentamos y dejamos cocer durante unos 10 minutos.
Mientras añadimos 3 cucharadas de aceite a la sartén y calentamos, colocamos los filetes de lubina, con la piel tocando la sartén, en una sola capa. Cocemos a fuego muy lento tapados, para que se hagan al vapor, durante unos 10 minutos. Salpimentamos.
En otra sartén con el resto del aceite rehogaremos los calabacines cortados sin pelar en tiras finas a lo largo, que previamente habremos lavado y despuntado, durante 4 o 5 minutos. Salpimentamos, tapamos y dejamos cocer a fuego muy lento para que se hagan al vapor durante 7 minutos.
Montamos la fuente. Sobre el lecho de calabacín repartimos los filetes de lubina y distribuimos la salsa de cebolleta con nata encima de la lubina.
Servimos caliente